Brandon Johnson ordena que la Policía local no coopere con agentes federales y advierte sobre un posible despliegue militar en las calles
Los Cabos, Baja California Sur. – El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, firmó este sábado un decreto que busca blindar a la ciudad frente a la ofensiva migratoria planeada por el presidente Donald Trump en los próximos días. La medida, presentada como una respuesta de emergencia, establece lineamientos para que las agencias municipales y las fuerzas del orden locales se mantengan al margen de las operaciones federales.
“Es posible que veamos una aplicación militarizada de las leyes de inmigración. También es posible que veamos tropas de la Guardia Nacional, incluso militares en servicio activo y vehículos armados en nuestras calles. Nosotros no hemos pedido esto, nuestra gente no lo ha pedido, pero nos vemos obligados a responder”, advirtió Johnson antes de firmar el decreto.
La orden prohíbe a la Policía de Chicago colaborar con agentes federales en patrullajes, arrestos u otras tareas relacionadas con la aplicación de leyes migratorias civiles. Además, exige que los oficiales federales que actúen en la ciudad se identifiquen con nombre y número de placa, utilicen cámaras corporales y eviten el uso de mascarillas, al tiempo que reitera la obligación de los policías locales de portar uniformes claramente distintivos.
Johnson instruyó también a los departamentos municipales a emplear todos los recursos legales y legislativos disponibles para resistir cualquier acción coordinada de Washington que vulnere los derechos de los habitantes de Chicago.
El decreto culmina con una exigencia directa a Trump: que desista del despliegue de fuerzas militares para controlar la inmigración. Sin embargo, no está claro si la medida tendrá capacidad real de frenar los planes del presidente, quien ha dejado entrever que su campaña de endurecimiento migratorio se expandirá pronto a otras ciudades gobernadas por demócratas, como Los Ángeles y Washington.
Con este decreto, Chicago se coloca en la primera línea de resistencia contra la estrategia migratoria de la Casa Blanca, en un pulso político que podría escalar en las próximas semanas.
