A pesar de 18 años de cultivo local, la falta de agua y la competencia con plantas importadas han reducido hasta un 50% las ventas de la tradicional flor de Día de Muertos.
Los Cabos , Baja California Sur .- En Los Cabos, la flor de cempasúchil, símbolo de la celebración del Día de Muertos florece gracias al esfuerzo de productoras locales que, pese al clima extremo y la escasez de agua, mantienen viva la tradición.
LLUVIA VÁZQUEZ PRODUCTORA DE FLOR DE CEMPASÚCHIL
“Empezamos con la siembra desde junio de ahí se va viendo y manteniendo hasta ahorita que ya es una planta bonita ,lo difícil es el agua, aquí una vez al mes están trayendo el agua, esa es la dificultad de sembrarla aquí, el calor y eso no les afecta , ya están acostumbradas, es el beneficio de aquí , que están sembradas aquí , ya están aclimatadas al calor de aquí, no es como las que traen de fuera que les cuesta el aclimatarse a este clima, llevamos varios años, 18 sembrando aquí , cultivando”.
Vázquez añadió que llevan 18 años sembrando y cultivando la flor de cempasúchil en Cabo San Lucas, aunque reconoció que las ventas han disminuido considerablemente.
LLUVIA VÁZQUEZ PRODUCTORA DE FLOR DE CEMPASÚCHIL
“Esta baja , es un 50 % , no compran ya tanto plantas por el tema del agua en sí , prefieren cuidar su agua que estar regando, últimamente ha estado bajando ,antes era más la venta pero un tiempo no se si ustedes escucharon que la planta la traían de china y empezaron a sacar mucho de eso que la planta china y que no querían comprar producto chino por eso nos afectó mucho la venta pero les hemos estado diciendo que la planta es 100% cabeña”.
Actualmente, la flor de cempasúchil se vende en un promedio de 200 pesos en viveros de Cabo San Lucas, mientras que en algunos centros comerciales su precio oscila entre 80 y 100 pesos, dependiendo del tamaño y presentación.
A pesar de las dificultades, productoras como Lluvia Vázquez continúan apostando por mantener viva la tradición del cempasúchil en Los Cabos, una flor que no solo adorna altares, sino que representa la perseverancia de quienes la cultivan bajo el sol del desierto.